La influencia de los ciclos lunares en los neurotransmisores y los estados de ánimo

Los ciclos lunares influyen en neurotransmisores como la dopamina y serotonina, impactando nuestros estados de ánimo y energía. Adaptar actividades a estas fases mejora productividad y bienestar. Un método práctico para reconectar con los ritmos naturales y equilibrar cuerpo y mente en armonía con el cosmos.

lunaciclo

Por DHL

Una guía para armonizar la vida con los ritmos naturales

En un mundo que se mueve al ritmo de relojes digitales y agendas apretadas, volver la mirada a los ciclos naturales puede parecer una idea anacrónica. Sin embargo, investigaciones recientes y modelos como el «Método Somático» del doctor Mark Filippi nos recuerdan que los ciclos lunares no solo son relevantes, sino que podrían ser una herramienta poderosa para optimizar nuestro bienestar y productividad.

Los ciclos lunares y los neurotransmisores

El sistema de Filippi se basa en la correspondencia entre las cuatro fases principales de la Luna y la influencia predominante de ciertos neurotransmisores. Estos mensajeros químicos no solo regulan nuestro estado de ánimo, sino también nuestras capacidades cognitivas, emocionales y físicas. La propuesta de Filippi nos invita a alinear nuestras actividades y expectativas con estas fases para maximizar nuestra energía y enfoque.

  • Luna Nueva/Cuarto Creciente – Acetilcolina: Durante esta fase, dominada por la acetilcolina, Filippi sugiere que somos más sensibles, receptivos y aptos para actividades grupales. Este es el momento ideal para sembrar ideas, iniciar proyectos y explorar nuevas posibilidades. Es una etapa de energía ascendente, pero con menor capacidad de concentración.
  • Cuarto Creciente/Luna Llena – Serotonina: En esta fase, la serotonina toma el protagonismo. Con energía elevada y un fuerte enfoque mental, es el mejor momento para realizar tareas creativas y reflexivas. Sin embargo, esta plenitud también puede desbordarnos si no encontramos espacios de calma y cultivación personal.
  • Luna Llena/Cuarto Menguante – Dopamina: Esta semana es ideal para disfrutar de lo logrado y conectar socialmente. La dopamina, relacionada con el placer y la recompensa, nos impulsa a la empatía y al divertimento. Es una etapa de «soltar» y relajarse, permitiendo un respiro antes del siguiente ciclo.
  • Cuarto Menguante/Luna Nueva – Noradrenalina: En la fase final del ciclo lunar, la noradrenalina domina, marcando un momento de introspección y defensa. Filippi lo describe como una etapa hiperbinaria, en la que tendemos al análisis y a la acción unidireccional. Aunque puede ser un periodo de fragilidad, también es una oportunidad para replegarse y recargar energías.

Aplicación práctica: una guía lunar para la vida cotidiana

Filippi propone que el conocimiento de estos ciclos puede convertirse en una herramienta de «navegación biológica». A modo de ejemplo, el escritor y analista Douglas Rushkoff aplicó este método durante la escritura de su libro Present Shock, organizando sus actividades según las fases lunares: conceptualización en la primera semana, escritura intensiva en la segunda, edición en la tercera y revisión final en la cuarta. El resultado: mayor productividad y un equilibrio emocional más estable.

Beneficios y reflexiones

Adoptar una perspectiva lunar puede ofrecernos:

  1. Mayor productividad: Ajustar nuestras actividades al ritmo de los neurotransmisores puede ayudarnos a trabajar con más eficiencia y menos desgaste.
  2. Armonía emocional: Reconocer los picos y valles de nuestros estados de ánimo permite aceptar las fluctuaciones en lugar de luchar contra ellas.
  3. Conexión con la naturaleza: Este enfoque nos recuerda que somos parte de un sistema más grande y nos invita a sincronizarnos con él.

Una invitación a la experimentación

El Método Somático no es un dogma, sino una guía. Cada persona puede adaptarlo a su propio ritmo y necesidades. La clave está en observar cómo las diferentes fases lunares influyen en nuestro cuerpo y mente, y ajustar nuestras actividades en consecuencia. Como dice Filippi, «conoce tu soma para refinar tus estrategias».

Volver a los ciclos naturales no es una vuelta atrás, sino un avance hacia un modelo de vida más sostenible y consciente. Si logramos hablar el «lenguaje de la naturaleza», quizás podamos encontrar un equilibrio perdido en nuestra vida moderna y aprender a navegar las olas del tiempo con mayor gracia y eficiencia.


Rigor científico

El Dr. Mark Filippi, neurocientífico y creador del «Método Somático», ha explorado la relación entre las fases lunares y la producción de neurotransmisores en el cerebro, sugiriendo que cada fase lunar influye en nuestros estados emocionales y cognitivos.

Según Filippi, la correspondencia es la siguiente:

  • Luna Nueva a Cuarto Creciente: Predomina la acetilcolina, aumentando la sensibilidad y receptividad emocional. Es un período propicio para iniciar proyectos y actividades grupales. RhbNeuromad
  • Cuarto Creciente a Luna Llena: La serotonina es dominante, mejorando la creatividad y concentración. Es un momento ideal para la introspección y la realización de tareas que requieren enfoque. RhbNeuromad
  • Luna Llena a Cuarto Menguante: Aumenta la dopamina, asociada al placer y la sociabilidad. Es una fase favorable para actividades sociales y disfrute personal. RhbNeuromad
  • Cuarto Menguante a Luna Nueva: La noradrenalina predomina, llevando a una actitud más analítica y defensiva. Es un período de reflexión y toma de decisiones. RhbNeuromad

Neurotransmisores y sus funciones clave

  • Acetilcolina: Este neurotransmisor está relacionado con la memoria y el aprendizaje. Actúa en el sistema nervioso central y autónomo, siendo clave para la contracción muscular y la regulación de procesos vitales.
  • Serotonina: Influye en el estado de ánimo, el sueño, la digestión y los ritmos corporales. Actúa como un estabilizador natural, promoviendo una sensación de bienestar y calma.
  • Dopamina: Es central para la motivación, el placer y la coordinación motora. Su desequilibrio puede llevar a trastornos como el Parkinson o afectar la memoria y la atención.
  • Noradrenalina: También conocida como norepinefrina, está vinculada con la respuesta al estrés y la atención. Incrementa la energía y prepara al cuerpo para enfrentar desafíos, además de regular la presión arterial y el flujo sanguíneo.

Estos neurotransmisores trabajan juntos para mantener un equilibrio en nuestras funciones corporales y emocionales, modulando nuestras respuestas a estímulos internos y externos.


Aunque estas ideas han ganado popularidad y se han difundido en diversos medios, es importante señalar que la comunidad científica no ha validado ampliamente esta teoría.

La relación entre las fases lunares y los neurotransmisores sigue siendo un área de estudio que requiere más investigación para confirmar estas correlaciones.

Para profundizar en el trabajo de Filippi, podés consultar artículos como «El neurocientífico Mark Filippi asegura que la luna influye en las emociones» La Mente es Maravillosa y «El cielo en el cerebro: la fascinante relación entre la Luna y los neurotransmisores» PIJAMASURF.COM.

Estos recursos ofrecen una visión detallada de su propuesta y cómo se ha aplicado en diferentes contextos.

La relación entre las fases lunares y los neurotransmisores ha sido objeto de interés en la neurociencia, aunque la evidencia científica que respalde esta conexión es limitada. Recientemente, se han realizado estudios que exploran cómo los ciclos lunares podrían influir en el comportamiento humano, especialmente en aspectos como el sueño y el estado de ánimo.

Por ejemplo, investigaciones han observado que los ciclos de sueño en pacientes con trastorno bipolar pueden sincronizarse con las fases lunares, sugiriendo una posible influencia lunar en los cambios de humor. Sin embargo, estos estudios no han establecido una relación directa con la producción de neurotransmisores. National Geographic España

Es importante destacar que, aunque estas investigaciones ofrecen perspectivas interesantes, la comunidad científica aún no ha alcanzado un consenso sobre la influencia de las fases lunares en los neurotransmisores y los estados de ánimo. Se requieren más estudios para comprender plenamente estas posibles conexiones y su relevancia en la neurociencia contemporánea.

En resumen, aunque la idea de que las fases lunares afectan la producción de neurotransmisores y, por ende, los estados de ánimo, es intrigante, la evidencia científica actual no es concluyente. La neurociencia continúa investigando estas posibles correlaciones y hasta la fecha no se han establecido vínculos definitivos, pero la ciencia actual tiene capacidades limitadas. La propuesta acá es uno mismo experimentar y, uno mismo, obtener respuestas y nuevas preguntas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *