Los ‘Nuevos Neutrales’: El bloque de países que evitan los extremos geopolíticos y se fortalecen económicamente
Los ‘Nuevos Neutrales’, un grupo de 101 países, aprovechan su postura no alineada entre bloques geopolíticos para atraer inversiones de EE.UU., China y Rusia. Esta neutralidad estratégica les permite crecer económicamente, diversificar sus mercados y evitar las barreras comerciales que las grandes potencias imponen entre sí.

En un contexto internacional cada vez más polarizado, un nuevo grupo de países ha surgido como fuerza neutral en medio de las crecientes tensiones entre los bloques liderados por Estados Unidos y la alianza entre Rusia y China. Bloomberg, en su último artículo sobre el tema, identifica a estos países como los ‘Nuevos Neutrales’, un grupo de al menos 101 naciones que han optado por mantenerse al margen de las pugnas geopolíticas, lo cual les ha permitido atraer inversiones de ambas potencias y fortalecer sus economías.
Este grupo informal de países está logrando capitalizar su posición en un mundo dividido. Según Bloomberg, la neutralidad les ha abierto las puertas a una parte cada vez mayor de la inversión extranjera en nuevas fábricas y proyectos estratégicos. Las empresas, especialmente las chinas, están instalando más operaciones en estos países para esquivar aranceles y regulaciones impuestas por EE.UU. y la Unión Europea. De esta forma, estos países neutrales se han convertido en puntos estratégicos de producción, beneficiándose de las crecientes tensiones comerciales entre las superpotencias.
Pragmatismo
Además, el comercio de estos países con China y Rusia ha crecido, mientras que su participación en el comercio con el bloque occidental ha mostrado una leve disminución. Esta tendencia es evidente en las cifras de importaciones de productos chinos y petróleo ruso a precios con descuento, lo cual les permite reducir costos y diversificar sus fuentes de suministro.
Bloomberg señala que este movimiento global de neutralidad no se veía desde hace décadas, y plantea la posibilidad de que el mundo esté entrando en una suerte de «nueva Guerra Fría», donde el flujo de comercio y capital está moldeado por consideraciones políticas más que por factores meramente económicos.
Los ‘Nuevos Neutrales’ representan así una alternativa estratégica que desafía el tradicional alineamiento binario en la política internacional. Con su postura neutral, estos países no solo esquivan presiones políticas, sino que capitalizan la rivalidad de las grandes potencias, convirtiéndose en beneficiarios de un juego de poder que parece estar lejos de resolverse.
Una tendencia abarcativa
El fenómeno de los ‘Nuevos Neutrales’ refleja una tendencia que se viene observando en los últimos años, donde varios países de África, Asia, América Latina y el sudeste asiático buscan una independencia estratégica frente a las potencias. Estos países, que podrían abarcar desde India hasta Turquía, y de Sudáfrica a Brasil, representan lo que algunos analistas denominan una «multipolaridad emergente», un concepto en el que las naciones no están interesadas en repetir las estructuras rígidas de la Guerra Fría, sino en beneficiarse de la diversificación de relaciones internacionales.
Factores adicionales que impulsan esta neutralidad estratégica:
- Política de “no alineamiento” modernizada: Algunos de estos países reviven ideas del antiguo Movimiento de Países No Alineados, pero ahora en un contexto globalizado donde las economías están profundamente interconectadas. India, por ejemplo, ha mantenido relaciones amistosas con Rusia en términos de defensa y energía, pero al mismo tiempo participa en alianzas estratégicas con EE.UU. como el QUAD, junto a Australia y Japón, para asegurar sus propios intereses en la región Indo-Pacífico.
- Nuevas oportunidades de financiamiento: Las instituciones como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), liderado por China, y los fondos de desarrollo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta ofrecen financiamiento en infraestructura y energía a los países neutrales, permitiéndoles escapar de los requisitos más estrictos y a menudo condicionados de los organismos occidentales. Esto les da una ventaja competitiva y mayor libertad para diseñar sus propias políticas de crecimiento.
- Deslocalización para evitar barreras comerciales: La escalada en las medidas arancelarias y sanciones de EE.UU. y la UE contra China y Rusia ha llevado a que empresas chinas instalen fábricas en los países neutrales para mantener el acceso al mercado occidental. Este movimiento crea empleos y acelera el desarrollo industrial en dichos países, lo que es especialmente notable en naciones del sudeste asiático como Vietnam y Tailandia, quienes han visto aumentar las inversiones de manufactura y tecnología.
- Comercio de commodities estratégicos: Con el aumento de sanciones, especialmente sobre Rusia, el petróleo y el gas han pasado a ser un elemento estratégico para estos países neutrales. Rusia ha buscado nuevos mercados, ofreciendo descuentos en el precio del petróleo, lo cual ha beneficiado a países como Turquía, India y algunos de África que compran estos recursos energéticos a menor costo. Esto, a su vez, les permite ser menos dependientes de las fuentes de energía occidentales y obtener mayores márgenes en sus economías.
Implicaciones globales a futuro
La creciente neutralidad podría significar una mayor fragmentación de las estructuras de poder globales. Con más países optando por no alinearse con los grandes bloques, estamos ante un posible “sistema multipolar”, donde las alianzas estratégicas serán flexibles y responderán más a intereses económicos que a lealtades políticas fijas.
A largo plazo, el bloque de los ‘Nuevos Neutrales’ podría redefinir las reglas del juego, ya que tienen el potencial de consolidarse como un tercer poder, ejerciendo influencia en temas claves como el cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo tecnológico desde una posición de independencia política.