El sacrificio detrás de ‘El juego del calamar’: Hwang Dong-hyuk y la presión de una segunda temporada
El director de El juego del calamar, Hwang Dong-hyuk, revela haber perdido dientes por el estrés de rodar la serie. Con una segunda temporada que llega por motivos económicos y narrativos, la historia explora ahora conflictos entre generaciones y sectores políticos, reflejando la polarización de nuestra sociedad.
El aclamado director y guionista surcoreano Hwang Dong-hyuk, creador de la serie ‘El juego del calamar’, compartió recientemente detalles sobre el intenso estrés vivido durante el rodaje de la primera temporada, tanto que, según él mismo, llegó a perder “ocho o nueve dientes”. A sus 53 años, Hwang afronta ahora la presión y las expectativas del público con una segunda temporada que, por su propia admisión, decidió producir principalmente por motivos económicos. “El dinero es lo que me motivó a afrontar la segunda temporada”, reconoció, aunque originalmente no tenía planes de continuar la historia.
De un proyecto ignorado al fenómeno de Netflix
‘El juego del calamar’ es un retrato feroz y distópico de personas en situaciones económicas desesperadas, obligadas a participar en un brutal juego de supervivencia con la promesa de resolver sus problemas financieros. A pesar de haber escrito el guion mucho antes de que la serie viera la luz, Hwang luchó durante una década para conseguir financiamiento, solicitando grandes préstamos para mantener a su familia mientras intentaba sin éxito interesar a la industria en su historia. Finalmente, Netflix le ofreció la oportunidad de producir la serie, la cual se convertiría en un éxito arrollador y el contenido más visto de la plataforma, generando casi 900 millones de dólares.
Sin embargo, Hwang ha revelado que este éxito fue económico solo para Netflix: como suele suceder en la industria coreana, los cineastas firman contratos que les obligan a ceder sus derechos de autor y, por lo tanto, renuncian a obtener ganancias adicionales. Así, aunque la serie se disparó en popularidad, Hwang solo recibió un pequeño pago inicial de la plataforma. Ahora, espera que esta segunda temporada le permita obtener una compensación más justa por su trabajo y por el éxito que trajo a Netflix.
Un desafío mayor y una historia en evolución
Esta nueva temporada promete ser un reto narrativo. En la primera temporada, la mayoría de los personajes principales mueren, obligando a Hwang a construir desde cero tanto el reparto como el propio juego. El personaje central de Gi-hun, el ganador de la primera ronda, regresa esta vez con el objetivo de derrotar al sistema y salvar a los nuevos concursantes, una premisa que, sin embargo, no será fácil de concretar. La novedad ahora es que los concursantes tendrán la opción de votar para decidir, por mayoría, si desean continuar o abandonar el juego, lo que incrementará las divisiones y conflictos entre ellos. Según Hwang, esta decisión refleja la polarización actual en la sociedad, no solo entre ricos y pobres, sino también entre generaciones, géneros y sectores políticos.
“Mi intención es que el público vea que los conflictos en el mundo ya no se limitan a la lucha entre ricos y pobres. Se desarrollan entre generaciones, entre géneros, entre diferentes posiciones políticas; y cuando obligamos a las personas a elegir bando, solo empeoramos las cosas”, explicó Hwang.
El precio del éxito y la búsqueda de justicia
El estrés que Hwang experimenta en esta nueva etapa es, según sus palabras, “mucho mayor”. Con el peso de las expectativas del público y la presión por superar el éxito de la primera temporada, Hwang incluso bromea diciendo que tal vez tenga que “sacarse unos cuantos dientes más muy pronto”.
Esta segunda temporada de ‘El juego del calamar’, que se estrenará el próximo 26 de diciembre, plantea desafíos narrativos, morales y personales que sin duda enriquecerán el ya complejo universo de la serie.