Paul McCartney Cierra su Gira “Got Back” en Londres con un Espectáculo Navideño Memorables
Paul McCartney cerró su gira *Got Back* en Londres con un espectáculo navideño lleno de emoción, nostalgia y energía. Desde tributos a Lennon y Harrison hasta un épico cierre con *Abbey Road*, McCartney demostró que su talento sigue siendo un regalo que sigue dando frutos, temporada tras temporada.
En una época del año cargada de tradiciones y reencuentros, no podía ser más apropiado que Paul McCartney decidiera finalizar su imponente gira Got Back en Londres, justo en Navidad. Aunque no fue un tour en el que su país natal recibiera muchas paradas (esta fue apenas la quinta de un total de 59 fechas que comenzaron en abril de 2022), McCartney, al igual que un querido amigo o familiar, es siempre un visitante bienvenido durante estas fechas.
El escenario del O2 Arena se llenó de esa calidez tan característica de las festividades, y McCartney se convirtió en el anfitrión perfecto para una multitud de todas las edades que se congregaba para celebrar. Con una sonrisa, McCartney se entregó a la multitud como si estuviera sirviendo un banquete navideño, brindando a sus fans una noche llena de magia y nostalgia.
A lo largo de la velada, el ex Beatle ofreció una muestra completa de su carrera, desde los primeros días con los Quarrymen hasta los últimos éxitos de su carrera en solitario. La actuación comenzó con la alegre «In Spite of All the Danger», seguida de la melancólica “Come On to Me” de su disco Egypt Station (2018), sin olvidar la emotiva interpretación de «Now and Then», la que muchos consideran la “nueva” canción de los Beatles. Esta última, interpretada con una sensibilidad tan profunda, dejó a McCartney visiblemente conmovido mientras observaba la reacción del público.
Como era de esperar, Los Beatles
Los Beatles fueron los protagonistas indiscutidos de la noche. Desde la animada «Can’t Buy Me Love» hasta la energética «Got to Get You Into My Life», la audiencia vivió momentos de pura euforia, acompañados por imágenes brillantes que ilustraban temas como «Drive My Car». Pero McCartney también sorprendió con su capacidad de reinventar incluso los temas más conocidos. Tras un fuerte grito de los fans antes de “Love Me Do”, la canción cobró una nueva vida, y en “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, la multitud se adueñó por completo del escenario, contagiando su energía.
La noche estuvo marcada por tributos emotivos a sus compañeros caídos. Con John Lennon, McCartney interpretó un dueto en “I’ve Got a Feeling”, que más que una interpretación fue un homenaje visual y sonoro. George Harrison también estuvo presente con una interpretación de “Something” que comenzó con ukelele y culminó en una épica interpretación de rock. Los tributos a sus compañeros fueron tan sentidos que parecía que el tiempo se detenía en cada acorde.
Wings, la banda que McCartney formó tras la disolución de los Beatles, también estuvo bien representada. Desde «Junior’s Farm» hasta «Band on the Run», las canciones de la banda ocuparon un lugar privilegiado en el setlist, proporcionando un respiro de nostalgia y energía para los asistentes.
Para la sorpresa de muchos, McCartney incluso incorporó su clásico “Wonderful Christmastime” con el acompañamiento de niños cantores, elfos y nieve, transportando a todos a un ambiente festivo mientras sonaban los acordes de la canción. A lo largo del show, la espontaneidad fue uno de los ingredientes clave, con McCartney interactuando con su banda y el público de manera cercana y relajada. Hubo espacio para olvidos, bromas y momentos en los que la sencillez de la actuación evocó la verdadera esencia de un concierto en vivo.
Trayectoria sostenida
A pesar de los años, la energía de McCartney sigue siendo inquebrantable. Su voz, aunque un poco más suave con el tiempo, aún conserva la vitalidad necesaria para seguir cautivando a multitudes. A diferencia de otros grandes del rock, no parecía que este fuera su adiós definitivo, pero el final del concierto tuvo una carga emocional que bien podría haber sido una despedida: una vibrante interpretación de «Let It Be», seguida de la explosiva «Live and Let Die» y el épico cierre con “Hey Jude”. La emoción se desbordó cuando el público, alzando carteles de cariño y agradecimiento, cantó en coro mientras McCartney lideraba la histórica canción.
El bis, con la Union Jack ondeando en el fondo, completó el espectáculo con una de las piezas más esperadas: un tríptico de Abbey Road, que incluyó «Golden Slumbers», «Carry That Weight» y «The End». El final fue apoteósico, con confeti cubriendo el escenario y McCartney despidiéndose con una sonrisa y un sencillo “¡Hasta la próxima!”
Aunque todos sabemos que ni siquiera Sir Paul McCartney puede durar para siempre, con actuaciones como la de Londres, queda claro que sus conciertos siguen siendo un regalo que sigue dando frutos, temporada tras temporada. Y como bien dijo él mismo: “Solo queda una cosa por decir… ¡Hasta la próxima!”.
fuente: https://variety.com/2024/music/news/london-paul-mccartney-concert-review-1236254442/