DeepSeek, Nvidia y la Guerra Tecnológica entre EE.UU. y China
EE.UU. investiga si la startup china DeepSeek eludió restricciones adquiriendo chips Nvidia a través de Singapur. Su chatbot R1 compite con líderes de IA, desatando preocupaciones sobre el avance tecnológico de China. La polémica refuerza dudas sobre la efectividad de los bloqueos de Washington en la guerra tecnológica global.

Las autoridades estadounidenses están investigando si la startup china de inteligencia artificial DeepSeek adquirió de manera indirecta semiconductores avanzados de Nvidia a través de terceros en Singapur, eludiendo así las restricciones impuestas por EE.UU. sobre la venta de chips para tareas de IA, informó Bloomberg. Según fuentes cercanas al asunto, este caso ha encendido alarmas en la Casa Blanca y el FBI, que buscan determinar hasta qué punto China sigue accediendo a tecnología clave pese a los bloqueos comerciales.
DeepSeek y su Avance Sorprendente en IA
DeepSeek, con sede en Hangzhou, ha sorprendido a la comunidad tecnológica con el lanzamiento de su chatbot R1, el cual en algunos aspectos compite al mismo nivel que herramientas estadounidenses como las de OpenAI. Esto ha llevado a especulaciones sobre si el desarrollo de R1 fue posible gracias a tecnología occidental, lo que refuerza la preocupación de Washington respecto a la velocidad con la que China avanza en la carrera por la inteligencia artificial.
El modelo V3 de DeepSeek, lanzado el mes pasado, fue entrenado con 2.048 chips Nvidia H800, un modelo diseñado específicamente para el mercado chino después de que la administración de Joe Biden prohibiera versiones más potentes. Sin embargo, en octubre de 2023, EE.UU. bloqueó la venta de estos chips, lo que llevó a Nvidia a desarrollar el H20, una versión aún más limitada.
¿Evasión de Controles?
El senador Howard Lutnick, nominado por Donald Trump para liderar el Departamento de Comercio, declaró ante el Congreso que DeepSeek habría eludido las restricciones estadounidenses. Lutnick advirtió que la compañía china adquirió «toneladas» de chips de Nvidia por vías alternativas y subrayó la necesidad de frenar este tipo de maniobras:
«Si van a competir con nosotros, que lo hagan, pero sin usar nuestras herramientas para competir contra nosotros.»
La polémica surge en un contexto donde EE.UU. ha ampliado las restricciones a más de 40 países considerados potenciales intermediarios en la venta de chips a China. No obstante, hasta hace poco, Singapur no estaba en la lista de naciones con controles estrictos, lo que podría haber facilitado la operación.
El Debate sobre la Estrategia de EE.UU.
El impacto de estas restricciones sigue siendo objeto de debate. Mientras Washington busca frenar el acceso de Pekín a tecnología avanzada, el avance de DeepSeek y su chatbot R1 demuestra que China sigue encontrando formas de innovar. Esto ha llevado a algunos analistas a cuestionar la efectividad de la política estadounidense y a especular sobre si estas medidas realmente están logrando su propósito o simplemente retrasan lo inevitable.
Por su parte, Nvidia se ha defendido afirmando que su facturación en Singapur no implica necesariamente un desvío de chips hacia China. La empresa insistió en que cumple con todas las regulaciones y que, de ser necesario, tomará medidas correctivas.
Sin embargo, la controversia continúa. ¿Logrará EE.UU. frenar el ascenso tecnológico de China o simplemente está jugando una partida de ajedrez en la que su rival siempre encuentra una jugada alternativa?