Vaca Muerta impulsa la autosuficiencia energética de Argentina y proyecta su salto al mercado mundial de gas
Vaca Muerta impulsa la producción de petróleo y gas en Argentina, acercando al país a la autosuficiencia energética y proyectando su entrada al mercado global de GNL. Con inversiones clave en infraestructura y exportación, el yacimiento se posiciona como un actor estratégico en la geopolítica energética mundial.

Foto panorámica del yacimiento petrolífero Vaca Muerta. (fuente: argentina.gob.ar)
La formación Vaca Muerta, ubicada en la Cuenca Neuquina, volvió a demostrar su peso estratégico en el mapa energético argentino y global. Según estimaciones de la consultora noruega Rystad Energy, el yacimiento de esquisto registró un sólido desempeño en el primer trimestre de 2025, con un incremento interanual del 26% en producción de petróleo y del 16% en gas natural.
Este impulso productivo contribuye de forma decisiva a reducir la histórica dependencia argentina de las importaciones de gas, acercando al país a la ansiada autosuficiencia energética. Además, sienta las bases para un ambicioso plan de exportación de gas natural licuado (GNL) que podría modificar el tablero geopolítico energético en la región y más allá.
Crecimiento sostenido en producción
En marzo de este año, la producción de petróleo en Vaca Muerta superó los 447.000 barriles diarios, frente a los 354.000 barriles del mismo mes de 2024. La empresa estatal YPF lidera esta expansión, acompañada por actores privados como Vista Energy, Pluspetrol y Phoenix Global Resources.
Sin embargo, la consultora advierte una leve desaceleración en la actividad de perforación: sólo se pusieron en funcionamiento 79 nuevos pozos en el primer trimestre, apenas tres más que en el trimestre anterior. Esta merma responde, en parte, a limitaciones logísticas que se aliviarán cuando entre en operación la ampliación del sistema de transporte Oldelval Duplicar, prevista para abril.
En el segmento gasífero, la producción de gas seco alcanzó los 2.100 millones de pies cúbicos diarios (Bcfd), marcando un aumento del 13% respecto al trimestre anterior y del 16% interanual. Estos números posicionan a Argentina como un jugador en ascenso en el mercado global de gas.
GNL: la gran apuesta exportadora
El proyecto Southern Energy LNG se perfila como la piedra angular de la estrategia exportadora argentina. Con el apoyo de dos unidades flotantes de licuefacción de gas (FLNG) —el Hilli Episeyo y el MK II, provistos por Golar LNG— el país sumará una capacidad exportadora de 6 millones de toneladas anuales (Mtpa), desde la costa de Río Negro. La decisión final de inversión para el MK II se espera para el tercer trimestre de este año, mientras que las primeras operaciones de Hilli Episeyo iniciarían a fines de 2027.
A esto se suma la segunda fase del proyecto ARGFLNG 2, en sociedad con Shell, que prevé alcanzar 10 Mtpa, y una potencial tercera fase, ARGFLNG 3, con Eni como socio estratégico, que podría aportar otros 12 Mtpa. De concretarse estos planes, Argentina estaría en condiciones de alcanzar su capacidad máxima exportadora a fines de la década de 2030.
Infraestructura y confianza internacional
Complementando estos desarrollos, el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) —previsto para 2027— conectará directamente la Cuenca de Neuquén con el puerto de Punta Colorada en la costa atlántica, resolviendo cuellos logísticos claves y mejorando la competitividad exportadora.
El renovado interés internacional también quedó de manifiesto con la decisión de Equinor —la energética noruega— de permanecer en Vaca Muerta, revirtiendo su intención previa de retirarse de la región. La mejora en la infraestructura y la perspectiva exportadora llevaron a la firma a reconsiderar su estrategia, señal que refuerza la confianza del mercado global en el potencial argentino.
Por último, la actividad de fusiones y adquisiciones upstream en Vaca Muerta representó un 43% del valor total de transacciones de este tipo en América Latina en el primer trimestre de 2025, reflejando la vitalidad del sector.
Proyección y desafío
El sendero hacia la autosuficiencia energética y la exportación masiva de gas parece despejarse para Argentina. Sin embargo, restan desafíos logísticos, financieros y geopolíticos que pondrán a prueba la capacidad del país para consolidar este ambicioso salto al mercado global. Si las inversiones planeadas se concretan, Vaca Muerta no sólo cambiará el panorama energético argentino, sino que podría redefinir las dinámicas del gas en el hemisferio sur.
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