Trump y la ‘polémica’ como estrategia
El triunfo de Trump en 2024 anticipa una política exterior agresiva y nacionalista, centrada en confrontar a China, replantear el apoyo a Ucrania y reforzar la autosuficiencia energética. Este retorno promete reconfigurar alianzas globales, intensificando tensiones y polarizando a nivel geopolítico, especialmente en temas de defensa y comercio.
La carrera de Donald Trump es tan polémica como su figura. Su victoria en las elecciones de 2016, contra la demócrata Hillary Clinton, marcó un antes y un después en la política de Estados Unidos y abrió un ciclo que resaltó sus fortalezas, pero también sus debilidades, y dejó una impronta cargada de opiniones divididas.
Carrera y ascenso al poder
Antes de entrar en la política, Trump era conocido como un magnate inmobiliario y estrella de televisión gracias a su programa The Apprentice. Su estilo directo y su habilidad para manejar los medios le permitieron consolidarse como un empresario influyente, pero no sin contratiempos. A lo largo de su carrera, enfrentó varias bancarrotas de empresas, acusaciones de fraude, y problemas legales, entre ellos la controversial Trump University. En paralelo, su vida privada y sus declaraciones, a menudo disruptivas, lo hicieron un personaje mediático.
En 2015, Trump anunció su candidatura a la presidencia por el Partido Republicano. Su mensaje «Make America Great Again» atrajo a una base de votantes que se sentía desatendida por la política tradicional. Sus críticas a la inmigración, su escepticismo frente al cambio climático y su propuesta de proteccionismo económico resonaron en un segmento de la sociedad estadounidense, logrando una victoria inesperada en el 2016.
Puntos a favor: Políticas y logros
Algunos de los logros que sus seguidores destacan incluyen:
- Recortes fiscales: Implementó la Tax Cuts and Jobs Act en 2017, que redujo significativamente el impuesto corporativo. Sus defensores argumentan que este recorte impulsó la economía, promoviendo la inversión y reduciendo el desempleo hasta el inicio de la pandemia.
- Reforma judicial: Nombró a tres jueces conservadores a la Corte Suprema, alterando su composición para las próximas generaciones. Esta movida fue vista por sus simpatizantes como una defensa de valores tradicionales y conservadores.
- Acuerdos de paz en Oriente Medio: Logró que varios países árabes normalizaran relaciones con Israel, algo que sus defensores ven como un avance hacia la paz en una región históricamente conflictiva.
- Fomento del «patriotismo económico»: Trump abogó por políticas proteccionistas, incentivando la producción nacional y renegociando tratados de libre comercio. La renegociación del NAFTA en el USMCA (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) fue uno de los cambios que Trump presentó como una defensa de los intereses de los trabajadores estadounidenses.
- Desregulación: Redujo las regulaciones federales en muchos sectores, argumentando que el exceso de normas ahogaba la capacidad empresarial. Este enfoque fue bien recibido en el sector privado, aunque también generó críticas.
- Puede decirse que Trump influyó en reducir temporalmente las tensiones con Corea del Norte. Su enfoque hacia el líder norcoreano, Kim Jong-un, fue inusual y marcó un cambio en la relación diplomática que se había caracterizado por años de hostilidad. Fue el primer presidente estadounidense en reunirse cara a cara con un líder norcoreano, lo que ocurrió en tres encuentros histórico. Sin embargo, aunque estos encuentros rompieron una larga cadena de distanciamiento, la situación en Corea del Norte no cambió fundamentalmente.
Críticas y controversias
No obstante, su mandato también ha sido cuestionado en varios aspectos:
- Manejo de la pandemia de COVID-19: Su gestión de la pandemia generó duras críticas. Fue acusado de minimizar la gravedad del virus, promover tratamientos sin respaldo científico y enviar mensajes contradictorios al público sobre el uso de mascarillas y vacunas.
- Impeachment: Trump fue el primer presidente en la historia de EE.UU. en enfrentar dos juicios políticos (impeachments). El primero en 2019, por abuso de poder y obstrucción al Congreso en relación a presiones a Ucrania para investigar a Joe Biden; y el segundo en 2021, tras los disturbios en el Capitolio, acusado de incitación a la insurrección.
- Acusaciones de racismo y xenofobia: Sus declaraciones sobre inmigrantes mexicanos, musulmanes y manifestantes de movimientos como Black Lives Matter le ganaron reputación de insensible y, para algunos, racista. Aunque Trump asegura que sus políticas fueron en defensa de la seguridad nacional, sus palabras fueron tomadas como divisorias y polarizantes.
- Ataque al sistema electoral: Desde su derrota en las elecciones de 2020, Trump denunció sin pruebas significativas un fraude masivo, y su negativa a aceptar los resultados fue vista como un intento de socavar la democracia estadounidense. Esto culminó en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, que muchos consideran su legado más dañino para la democracia.
- Conflictos de interés y enriquecimiento personal: Fue criticado por aprovechar su posición para favorecer sus empresas y propiedades. Se señaló que muchos de sus negocios recibieron beneficios fiscales o lucraron por el simple hecho de ser propiedad del presidente. Sus oponentes ven esto como un claro conflicto ético.
- Postura sobre el cambio climático: Trump retiró a EE.UU. del Acuerdo de París, cuestionó los reportes científicos sobre el cambio climático y fomentó el uso de combustibles fósiles. Sus críticos sostienen que esta postura ha retrasado el avance de EE.UU. en sostenibilidad ambiental.
La figura de Donald Trump es un ejemplo de cómo el poder de la comunicación y el manejo mediático pueden cambiar el curso de una nación. Mientras sus partidarios ven en él un defensor del nacionalismo y los valores tradicionales, sus críticos sostienen que su legado es una sociedad estadounidense más dividida, un aumento de la desconfianza en las instituciones y un precedente peligroso para la democracia. Su carrera y sus políticas han dejado huella, y el debate sobre su impacto seguirá dividiendo opiniones por mucho tiempo.
Posibles escenarios
Con la victoria de Trump en 2024, se espera un nuevo capítulo en la política global, marcado por un enfoque duro en cuestiones de seguridad nacional y relaciones exteriores, especialmente con China y Rusia.
Impacto geopolítico y posibles escenarios
- Relación con China: Se anticipa que Trump continúe con su postura confrontativa, posiblemente endureciendo aún más los aranceles y buscando desvincular a EE.UU. de la manufactura china, promoviendo una mayor autosuficiencia y reindustrialización nacional. Esto puede escalar las tensiones en la región de Asia-Pacífico, además de incentivar a otros países a tomar posturas definidas entre EE.UU. y China.
- Conflicto en Ucrania y relación con Rusia: Trump podría buscar reducir el respaldo militar a Ucrania, lo que podría debilitar a la alianza occidental y darle a Rusia una ventaja estratégica en la región. Aunque esta movida puede ser criticada por los aliados de la OTAN, puede también impulsar a Europa a fortalecer su propio sistema de defensa.
- Política migratoria y América Latina: Su regreso implicará probablemente una política de inmigración mucho más rígida, afectando a América Latina. Además, es probable que Trump reitere sanciones y restricciones hacia gobiernos autoritarios en la región, como Venezuela y Cuba, pero sin un enfoque profundo en cooperación.
- Medio Oriente: Trump podría retomar su enfoque de «paz pragmática» en la región, lo que implicaría buscar acuerdos estratégicos sin intervenciones directas. Esto podría continuar generando alianzas pragmáticas entre países árabes e Israel, siguiendo la línea de los Acuerdos de Abraham que impulsó durante su primer mandato.
- Cambio climático y energía: Al igual que antes, Trump es escéptico frente a políticas de transición verde y podría inclinarse por aumentar la producción de petróleo y gas en EE.UU., reforzando a la industria energética local. Esto podría generar tensiones con la Unión Europea, especialmente si Trump decide retirarse nuevamente de acuerdos climáticos multilaterales.
El regreso de Trump supone una sacudida para el orden geopolítico y anticipa cambios profundos en las alianzas internacionales. La diplomacia global, especialmente en torno a temas de seguridad y economía, podría dirigirse a un periodo de competencia y nacionalismo.