Lula da Silva impulsa la integración sudamericana en encuentro regional

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El encuentro ha convocado a líderes de diferentes países sudamericanos con el objetivo de fomentar el diálogo y fortalecer los lazos regionales.

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien regresó por tercera vez a la presidencia del país, ha estado enfatizando desde su regreso una de sus prioridades: retomar el proceso de integración de los países sudamericanos. Después de realizar visitas a Estados Unidos, China y la Unión Europea, el líder de la izquierda brasileña finalmente promueve un encuentro informal este martes, descrito como un «retiro», en el cual participan diez de sus 11 pares en la región.

El encuentro ha convocado a líderes de diferentes países sudamericanos con el objetivo de fomentar el diálogo y fortalecer los lazos regionales. Sin embargo, la presidenta interina de Perú, Dina Boluarte, no pudo asistir debido a la necesidad de obtener autorización parlamentaria para salir de la nación. En su lugar, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, acudió a la reunión.

Una de las participaciones que ha generado mayor interés es la del presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien fue uno de los primeros en llegar al icónico Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña, este martes. Aunque Maduro saludó a la prensa, no realizó ninguna declaración oficial durante su llegada.

Cabe destacar que Maduro fue recibido con honores de Estado en Brasilia el día anterior. Durante el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), las relaciones entre Brasil y Venezuela se vieron afectadas. La visita de Maduro a Brasil es significativa, ya que representa la primera vez que el líder venezolano realiza una visita oficial al país en ocho años. Lula da Silva calificó el viaje de Maduro como «histórico» y criticó las sanciones impuestas a Caracas.

El encuentro regional liderado por Lula da Silva busca fortalecer la cooperación y la integración entre los países sudamericanos. Durante el evento, se espera que los líderes discutan temas de interés común, como la economía, el comercio, el desarrollo sostenible y los desafíos políticos en la región. Además, se espera que se establezcan acuerdos y se impulsen proyectos conjuntos para promover la integración regional y abordar los problemas y desafíos compartidos.

Volver a unir las partes

El regreso del progresismo a la región sudamericana ha abierto una nueva oportunidad para fortalecer la unidad y la cooperación entre los países. La reunión convocada por Lula da Silva, en la que participan líderes de diez países sudamericanos, se presenta como un paso importante hacia la reactivación del bloque regional.

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), impulsada en su momento por líderes como Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Rafael Correa y Evo Morales, tiene como objetivo la integración y unión en diversos ámbitos, incluyendo lo cultural, social, económico y político.

La crisis de la Unasur se hizo profunda con la llegada de gobiernos conservadores a la región, especialmente con la presidencia de Jair Bolsonaro en Brasil. Durante su mandato, Brasil se retiró del bloque, al considerarlo como un espacio para gobiernos de izquierda. Otros países, como Argentina, Colombia, Perú, Chile, Paraguay, Ecuador y Uruguay, también abandonaron la organización en aquel momento.

En lugar de la Unasur, los gobiernos conservadores impulsaron la creación del Foro para el Progreso e Integración de América del Sur (Prosur), con el objetivo de aislar al gobierno de Maduro en Venezuela y fustigar a la izquierda en la región. Sin embargo, el regreso del progresismo ha debilitado esta iniciativa.

El encuentro convocado por Lula da Silva representa una oportunidad histórica para construir cercanía y solidaridad en la región sudamericana. En una carta enviada por el ex presidente de Uruguay, José ‘Pepe’ Mujica, se resalta la importancia de construir una «unión mística» que fortalezca el sentimiento de pertenencia y permita a la región hacerse escuchar a nivel internacional.

La reunión se desarrollará a puerta cerrada y sin una agenda definida, lo que permitirá a los líderes sudamericanos dialogar de manera distendida sobre temas de interés común. Se espera que durante el encuentro se aborden asuntos relacionados con el desarrollo sostenible, la justicia social, la economía y los desafíos políticos de la región.

El restablecimiento de la Unasur como un espacio de diálogo y colaboración podría sentar las bases para abordar de manera conjunta los desafíos y problemáticas compartidas, así como fortalecer la posición de Sudamérica en el ámbito internacional.

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