La reducción del cráneo en los primeros mamíferos permitió una alimentación más eficiente y el aumento del tamaño del cerebro, según estudio.
Los primeros ancestros de los mamíferos modernos lograron evolucionar hacia uno de los linajes de animales más exitosos al comenzar de manera pequeña y simple, según revela un nuevo estudio publicado en Communications Biology por un equipo internacional de paleontólogos liderados por el Dr. Stephan Lautenschlager, profesor titular de paleobiología en la Universidad de Birmingham.
A través de simulaciones por computadora y análisis de tensión, el equipo investigó la simplificación del cráneo en los primeros mamíferos hace alrededor de 150 a 100 millones de años. La reducción del número de huesos del cráneo no condujo a mayores fuerzas de mordida ni a una mayor fuerza del cráneo, como se planteó durante muchas décadas. En cambio, la forma del cráneo redirigió el estrés durante la alimentación de una manera más eficiente, permitiendo un aumento en el tamaño del cerebro.
Junto con la reducción de los huesos del cráneo, los primeros mamíferos también se volvieron mucho más pequeños, algunos de los cuales tenían una longitud de cráneo de solo 10-12 mm. Esta miniaturización restringió considerablemente las fuentes de alimentos disponibles y los primeros mamíferos se habían adaptado a alimentarse principalmente de insectos.
Esta combinación de tamaño pequeño, número reducido de huesos del cráneo y alimentación con nuevas fuentes de alimentos permitió que los ancestros de los mamíferos modernos prosperaran a la sombra de los dinosaurios. Sin embargo, no fue hasta que los dinosaurios se extinguieron a fines del Cretácico, hace unos 66 millones de años, que los mamíferos tuvieron la oportunidad de diversificarse aún más y alcanzar la amplia gama de tamaños corporales que se ven hoy.
Esto permite concluir que los primeros mamíferos evolucionaron hacia la simplificación del cráneo y la miniaturización, lo que les permitió adaptarse a un cambio en la dieta y prosperar a la sombra de los dinosaurios. Estos hallazgos ayudan a comprender mejor la evolución de los mamíferos y su éxito como linaje de animales.
