La Independencia de Perú: Un Histórico Legado de Libertad y Soberanía
El proceso independentista no fue una tarea sencilla, sino un arduo camino lleno de sacrificios y luchas.

La Independencia de Perú es un capítulo crucial en la historia de América Latina. Marcó el inicio de una nueva era de libertad y soberanía para el pueblo peruano, poniendo fin a siglos de dominio colonial español. El proceso independentista no fue una tarea sencilla, sino un arduo camino lleno de sacrificios y luchas. En este artículo, exploraremos los eventos clave que llevaron a la independencia de Perú y cómo este hito histórico ha moldeado la identidad y el destino del país hasta nuestros días.

Antecedentes históricos
Antes de la independencia, Perú era una colonia del Imperio Español desde el siglo XVI. La riqueza y la estratégica ubicación geográfica de Perú atrajeron el interés de los conquistadores españoles, quienes explotaron sus recursos naturales y mano de obra indígena para enriquecer a la corona española. A lo largo de los años, surgieron tensiones y descontento entre la población local debido a la opresión colonial, los impuestos excesivos y las restricciones comerciales impuestas por España.
El Despertar Independentista
El espíritu de independencia comenzó a cobrar fuerza a fines del siglo XVIII y principios del XIX, influido por el proceso independentista en otras colonias americanas y las ideas de la Ilustración que circulaban por todo el continente. Eventos como la Revolución Americana en Estados Unidos (1775-1783) y la Revolución Francesa (1789) inspiraron a los peruanos a buscar su propia libertad y autogobierno.
Figuras clave como José Gabriel Condorcanqui, más conocido como Túpac Amaru II, lideraron rebeliones indígenas contra el dominio español a fines del siglo XVIII. Aunque estas primeras rebeliones no lograron la independencia, sembraron la semilla del descontento y la lucha por la libertad.
La Independencia en Marcha
El proceso independentista en Perú ganó impulso en la primera década del siglo XIX. Sin embargo, fue el levantamiento del 20 de junio de 1810 en la ciudad de Huánuco, liderado por el patriota criollo José Baquíjano y Carrillo, lo que marcó el inicio oficial del movimiento independentista en el país.
A medida que la lucha por la independencia se intensificaba, surgieron prominentes líderes como José de la Riva-Agüero, José de la Mar, y José Bernardo de Tagle. Pero fue un militar argentino, José de San Martín, quien desempeñó un papel fundamental en la independencia de Perú. San Martín dirigió las campañas militares que llevaron a la independencia del sur del continente, liberando Chile en 1818 y proclamando la independencia del Perú en 1821.
La Campaña Libertadora
La «Campaña Libertadora» liderada por San Martín fue una estrategia audaz que involucró una serie de movimientos militares para liberar al Perú del dominio español. El 28 de julio de 1821, San Martín proclamó la independencia peruana en Lima y estableció una forma de gobierno provisional. Sin embargo, la lucha continuó debido a la resistencia de las fuerzas realistas españolas en el interior del país.

Lima, Pinacoteca del MNAAHP
La Ayuda de Simón Bolívar
A pesar de los avances logrados por San Martín, las fuerzas realistas no fueron completamente derrotadas. En 1823, San Martín se retiró del Perú y dejó el liderazgo de la lucha a Simón Bolívar, el líder venezolano conocido como el «Libertador». Bolívar llevó a cabo una serie de campañas militares decisivas, culminando en la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, donde las fuerzas realistas fueron finalmente derrotadas, sellando así la independencia de Perú.
Legado de la Independencia
La independencia de Perú no solo puso fin al dominio español, sino que también sentó las bases para la construcción de una nación libre y soberana. Sin embargo, el camino hacia la estabilidad y el progreso no fue fácil. El país enfrentó desafíos políticos, sociales y económicos en los años posteriores a la independencia.
A lo largo de los años, Perú ha experimentado altos y bajos en su desarrollo, pero la independencia sigue siendo un símbolo de unidad y resistencia en la historia nacional. La lucha por la libertad y la justicia continúa siendo parte integral de la identidad peruana, y la independencia es recordada cada año el 28 de julio con celebraciones y actos conmemorativos.
Y… ¿Cómo está hoy Perú? Crisis Política e Inestabilidad
Los últimos meses sido testigo de una crisis política sin precedentes en Perú, donde una serie de acontecimientos han agudizado la inestabilidad institucional que ha afectado a distintas gestiones presidenciales a lo largo de los últimos años. Esta situación ha llevado a la destitución de seis presidentes en los últimos seis años, evidenciando la fragilidad de las instituciones en el país.

La Destitución del Presidente Pedro Castillo
En el transcurso de la última semana, el Congreso de Perú tenía prevista una sesión para votar un cuarto pedido de vacancia contra el presidente Pedro Castillo, quien llevaba 16 meses en el gobierno. Sin embargo, horas antes del inicio de la sesión, el propio Castillo anunció el cierre temporal del Congreso, lo que generó un conflicto institucional de gran magnitud.
La moción de vacancia contra Castillo requería el respaldo de 87 votos (dos tercios del Congreso) para proceder y destituir al mandatario. Al mismo tiempo, surgieron nuevas acusaciones contra Castillo, incluyendo señalamientos de supuestos pagos de sobornos.
Se impulsaría la formación de un gobierno de emergencia excepcional y la convocatoria a un nuevo Congreso con la facultad de redactar una nueva Constitución en un plazo máximo de nueve meses, punto que había sido una promesa de campaña de Castillo.
Sin embargo, su decisión fue duramente cuestionada por su gabinete, que comenzó a renunciar, y por diversas instituciones del país, quienes lo acusaron de llevar a cabo un «golpe de Estado». Incluso las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se manifestaron en contra del presidente.
Destitución Exprés
En respuesta al anuncio de Castillo, el Congreso procedió a destituir al presidente en menos de dos horas. La vicepresidenta Dina Boluarte fue investida como nueva presidenta de Perú. Boluarte, quien también era objeto de denuncias del Congreso, fue expulsada del partido Perú Libre, el mismo con el que Castillo llegó al poder.
La respuesta internacional no se hizo esperar, con diferentes países expresando su preocupación y rechazo a los acontecimientos en Perú. Estados Unidos, México, Bolivia y otros países latinoamericanos hicieron llamados a respetar la voluntad ciudadana y el orden constitucional.
Protestas y Represión
Tras la destitución de Castillo, el pueblo peruano se manifestó masivamente en diversas ciudades del país, expresando su rechazo y exigiendo cambios. Sin embargo, las protestas han sido reprimidas violentamente, y ya se han reportado siete personas fallecidas debido a los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Preocupación Internacional y Hallazgos de la OEA
La comunidad internacional ha mostrado preocupación por el uso reiterado de la figura de «incapacidad moral permanente» para destituir presidentes en Perú, considerando que esta práctica afecta la separación e independencia de poderes.
Un grupo de expertos de alto nivel del Consejo Permanente de la OEA visitó Perú para evaluar la situación y destacó factores que contribuyen a la inestabilidad política, como la alta fragmentación de fuerzas políticas, el acoso y confrontación entre poderes, y el uso excesivo de herramientas de control político.
La situación actual de Perú refleja una profunda crisis política e institucional que ha llevado a la destitución de presidentes y al enfrentamiento entre poderes del Estado. La fragilidad de las instituciones y la inestabilidad política han afectado la gobernabilidad y el bienestar del país. Es crucial que las fuerzas políticas busquen soluciones democráticas y pacíficas para superar esta crisis y garantizar el respeto a la voluntad popular y al orden constitucional. La comunidad internacional debe seguir de cerca los acontecimientos en Perú y apoyar los esfuerzos para restablecer la estabilidad y la democracia en el país andino.