La Esmeralda de Bahía regresa a Brasil tras dos décadas de disputas legales
La Esmeralda de Bahía, una piedra de 380 kilos valorada en 1.000 millones de dólares, regresa a Brasil tras dos décadas de disputas legales. Extraída ilegalmente en 2005, su recorrido incluyó contrabando, robos y leyendas. Finalmente, será exhibida en el Museo Nacional de Río de Janeiro como símbolo del patrimonio brasileño.
En un giro histórico, Estados Unidos ha formalizado la repatriación de la imponente esmeralda de 380 kilos conocida como la «Esmeralda de Bahía». Este extraordinario tesoro, valorado en 1.000 millones de dólares, fue hallado en 2001 en una mina de Pindobaçu, en el estado brasileño de Bahía, y es considerado un símbolo de la riqueza natural y cultural de Brasil.
La esmeralda, sin embargo, fue sustraída ilegalmente del país en 2005 mediante documentos falsificados, según confirmó la Abogacía General de la Unión (AGU). El caso desencadenó una larga y compleja batalla legal que incluyó contrabando, documentos falsos y condenas penales. En 2017, el Tribunal Federal de Campinas sentenció a los empresarios Elson Alves Ribeiro y Ruy Saraiva Filho a 16 y 9 años de prisión, respectivamente, por su participación en el envío ilícito de la piedra a Estados Unidos.
Una travesía marcada por misterios y tragedias
La historia de la Esmeralda de Bahía está rodeada de mitos y leyendas que alimentan su aura casi mística. Se dice que la piedra está maldita, y existen relatos de contrabandistas que perecieron en las selvas brasileñas bajo ataques de animales salvajes. Sin embargo, el relato más documentado señala que, tras ser extraída de la mina de Carnaíba, la esmeralda fue transportada a São Paulo y luego a Nueva Orleans. Allí quedó almacenada en un depósito que fue inundado durante el devastador huracán Katrina en 2005, siendo rescatada por buzos locales.
En 2008, la joya fue robada de un almacén en Los Ángeles, pero la Policía logró recuperarla en Las Vegas. Desde entonces, permaneció bajo custodia en Estados Unidos mientras las autoridades brasileñas luchaban por su devolución.
Una victoria legal y diplomática
En 2024, tras años de esfuerzo por parte de la AGU y el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, el Departamento de Justicia de Estados Unidos aceptó la repatriación de la esmeralda. La decisión fue formalizada apenas cuatro días antes de la fecha límite impuesta por el juez Reggie Walton, del Tribunal de Distrito de Columbia.
Finalmente, la joya volverá a su hogar y será exhibida en el Museo Nacional de Río de Janeiro, cerrando un capítulo de casi dos décadas de disputas legales, aventuras y misterios. Su regreso no solo representa una victoria para Brasil, sino también un recordatorio del valor de preservar el patrimonio cultural y natural de las naciones frente a las adversidades.