Controversia racial por la portada de la revista New York

La revista *New York* enfrenta críticas por excluir a personas negras en la portada de la celebración de la investidura de Trump. CJ Pearson y Rob Smith, figuras conservadoras afroamericanas, acusan a la revista de manipular la narrativa al ignorar la diversidad del evento para reforzar estereotipos sobre el Partido Republicano.

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La revista New York se encuentra en el ojo de la tormenta tras la publicación de una portada que ha sido acusada de excluir intencionalmente a personas negras en una imagen de la celebración de la investidura del presidente estadounidense, Donald Trump. La foto, que muestra a los asistentes del evento, ha desatado un debate sobre representación y la narrativa mediática en torno al Partido Republicano.

Según el reportero Brock Colyar, quien cubrió el evento, este estuvo compuesto mayoritariamente por asistentes blancos. Incluso, relata que una mujer presente le comentó: «¿Se ha dado cuenta de que toda la sala es blanca?». Este comentario fue citado en el artículo para reforzar la percepción de una falta de diversidad en la celebración. Sin embargo, la elección de la imagen ha sido cuestionada por figuras destacadas que asistieron al evento y que afirman que no representa la realidad.

El activista conservador negro y presentador de la fiesta, CJ Pearson, se mostró particularmente crítico. A través de su cuenta en X, señaló que su exclusión de la portada fue deliberada. «Fui el presentador de este evento y la revista New York intencionalmente me dejó fuera de su historia porque habría socavado su narrativa de que [el Partido Republicano] es un culto racista», afirmó.

Rob Smith, comentarista político afroamericano y también presente en la celebración, se sumó a las críticas. Denunció que la elección de la fotografía fue una estrategia para promover la idea de que los republicanos carecen de diversidad. «Yo estaba en esta fiesta, al igual que muchas otras personas influyentes conservadores que son negros, latinos, asiáticos, etc.», expresó.

El debate pone de manifiesto las tensiones entre los medios y el Partido Republicano en cuanto a la representación racial. Para algunos, la portada refuerza estereotipos dañinos; para otros, revela una desconexión entre los medios tradicionales y la realidad de la diversidad en eventos conservadores.

La controversia invita a una reflexión más amplia sobre la responsabilidad de los medios de comunicación en la representación equilibrada y precisa de las comunidades políticas y sociales, especialmente en momentos de alta polarización.

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